domingo, 24 de enero de 2010

Indicaciones y campo de acción de la Homeopatía

La Homeopatía arrastra desde su nacimiento la polémica sobre la validez de sus resultados. Los detractores argumentan la falta estudios científicos y que su efecto se debe a la sugestión o a la fe. Mientras; muchos pacientes han mejorado o curado con el tratamiento homeopático, hecho innegable pese a quienes lo califican como “curación espontánea” (proceso en que los síntomas desaparecen en un par de meses). Hay pacientes que llevan tiempo con la afección, en las crónicas pueden ser años, cuando acuden a la homeopatía; y esta desaparece con el tratamiento homeopático.

También hay que decir que la industria farmacéutica esta poco interesada en promover investigaciones homeopáticas que puedan arrojar resultados positivos que les resten beneficios. Pese a la influencia de sus detractores, la Homeopatía lleva doscientos años porque reporta benefia la salud de las personas.

Los remedios homeopáticos recogidos en los repertorios son experimentados previamente y clasificados en el síntoma entrada del repertorio (rubrica) correspondiente, con diferente nivel de similitud . Estos síntomas son el resultado de las experimentaciones patogenéticas y están recogidos en las materias médicas.

La patogénesis representa la relación más fidedigna posible del efecto que ejercen las sustancias en la persona sana y el fundamento hacia la individualización del medicamento. Efectuadas sobre voluntarios a los que se les administra una posología moderada, son probadas a continuación en dosis homeopáticas hasta la aparición, en todos los individuos sujetos a prueba, de los síntomas padecidos en el transcurso de la experimentación, acompañados del mayor número posible de precisiones.

Los síntomas son de naturaleza física o mental, de hecho, la Homeopatía es la primera medicina de carácter sicosomático.

Como la pura experimentación sobre individuos sanos no permite poner en evidencia los síntomas tóxicos graves, las patogénesis son completadas con la toxicología clásica de sustancias y por elementos de su conocimiento empírico.
A la experimentación le sucede la confirmación mediante la utilización terapéutica, la cual orienta las indicaciones precisas, la forma en que actúan, los ritmos e incluso la tipología de los individuos “sensibles”.

Identificar los síntomas del paciente tanto en lo somático como en lo psicológico, como aquellos que son peculiares del paciente u otros llamados raros, que solo los presenta ese paciente en particular, y son característicos en él, nos habla del desequilibrio vital, incluso mucho antes de que se manifieste la enfermedad clínica.
Los síntomas que constituyen una unidad inédita, son básicos para iniciar un tratamiento con Homeopatía.

¿Quiénes pueden ser tratados con Homeopatía?

Desde lactantes a ancianos, sin dejar de lado embarazadas, niños, adolescentes y adultos se pueden beneficiar del tratamiento homeopático.

Los lactantes y niños responden bien tanto en enfermedades agudas como crónicas. Los remedios homeopáticos son muy importantes durante el embarazo, el parto y el posparto; alivian cuadros clínicos tanto crónicos como agudos. Fortalecen física y mentalmente a la madre y benefician al feto.

En los adolescentes y adultos la acción medicamentosa equilibra íntegramente, es útil en la prevención de enfermedades importantes que se pueden desarrollar en futuras edades.

Los pacientes mayores, ancianos, llamados de la tercera edad generalmente son personas con múltiples diagnósticos y poli-medicadas, con indeseables efectos secundarios. La Homeopatía profundiza y considera todos los cambios que ha sentido el paciente, por lo que al tener una visión de integridad y considerar el conjunto de síntomas más allá de la enfermedad, permite que el número de fármacos sea disminuido, mejorando ostensiblemente la calidad de sus vidas.

¿Qué enfermedades son susceptibles de ser tratadas con homeopatía?

• Enfermedades infecciosas bacterianas y virales (especialmente las de vías respiratorias altas como faringitis, rinitis, sinusitis, traqueitis...), así como micóticas.
• La infertilidad, sin posibilidades de embarazos múltiples.
• Cefaleas, migrañas.
• Enfermedades reumáticas.
• Trastornos ginecológicos: dismenorrea, síndrome premenstrual, menopausia.
• Enfermedades dermatológicas: eccemas, urticarias, psoriasis, acné, herpes simple.
• Ansiedad, angustia, estrés, depresión, insomnio.
• Enfermedades alérgicas y psicosomáticas.
• Obesidad.
• Enfermedades circulatorias.
• …

Las enfermedades genéticas, enfermedades carenciales, tumores y procesos quirúrgicos no son susceptibles de tratamiento homeopático. En general todas aquellas situaciones en las que el tejido esté necrosado, la Homeopatía limita su ayuda a evitar el empeoramiento o ralentizando el mismo.