miércoles, 4 de septiembre de 2019

Volviendo de las vacaciones

   Septiembre se caracteriza por el regreso a la actividad tras el descanso estival. Aumenta el ritmo de vida y la exigencia por cumplir con las obligaciones; el horario cambia y la vuelta a la rutina obliga a la celeridad. Comienza un proceso de adaptación que, en algunos casos, puede llegar a ser intenso y venir acompañado de molestias físicas y psíquicas que dificultan esta adaptación.

Somnolencia, falta de concentración, mal apetito, falta de sueño, cansancio generalizado...son algunos de las sensaciones y signos físicos. 
    
    Tristeza, desinterés, nerviosismo, irritabilidad, ansiedad...pueden aparecer en el plano psíquico.

    Habitualmente la adaptación suele durar de dos o tres días a un par de semanas. La intensidad y duración estarán determinados por la relación con el entorno familiar, laboral, social... y la presión que estos ejerzan. Cuanto más satisfacción proporcionen estos vínculos, menos tiempo será necesario y menor la energía empleada.

    Algunas recomendaciones

   La costumbre de medicalizar los ritmos de vida ha generado una entidad para nominar estos síntomas: Síndrome Posvacaional. No constituye una enfermedad. Salvo que anteriormente exista una patología, no hay motivo de preocupación.

    La fuerza y vigor del cuerpo  limitarán la intensidad del malestar que pueda producir la incorporación a la actividad habitual. Conviene hacer unas ligeras modificaciones en función de la situación del momento, por ejemplo:
  • la incorporación a la actividad normal ha de ser gradual: volver unos días antes de las vacaciones para evitar un cambio demasiado brusco, ordenar horarios;
  • dar paseos, hacer ejercicio: estiramientos, yoga, meditación, etc;
  • tener un horario de comidas regular; empezando por un desayuno fuerte para comenzar el día con el depósito lleno;
  • hacer una dieta variada con, al menos, cinco raciones de frutas y verduras al día;
  • hay dos nutrientes fundamentales en esta etapa: el triptófano, lo podemos encontrar en cereales integrales, dátiles, semillas de sésamo, plátanos, garbanzos,  vitaminas del grupo B, los cereales integrales son una buena fuente de casi todo el  grupo;
  • disminuir el consumo de alimentos refinados y excitantes como el café.
    Suplementación

    En caso necesario, reforzar, tienen un efecto favorable sobre el organismo los complementos de melatonina (reguladora de los ciclos vitales y del sueño),  triptófano, complejo de vitamina B...

    Entre la plantas: hipérico, pasiflora, valeriana...

   En homeopatía: Ignatia, Nux vomica, Gelsmium..

   El regreso progresivo a la actividad normal con unos hábitos de vida razonables facilitarán la adaptación del cuerpo a la nueva situación.
 

   Si estas sencillas recomendaciones resulten insuficientes, será necesaria ayuda profesional. En HON-bienestar estamos a tu disposición: la pregunta teórica puedes resolverla a través del correo electrónico, un trato más detallado requiere la visita al gabinete.
      

   

jueves, 14 de marzo de 2019

ENFOQUE GLOBAL. ENTORNO HOLÍSTICO

Esta entrada fue publicada en Espacio Humano de febrero de 2019.

¿Qué utilizamos para leer estas palabras y comprenderlas? Lo primero que pensamos es en el ojo, en cómo trabajan sus numerosas y complicadas partes para formar una imagen. Sin embargo, el ojo no es el único órgano que estás utilizando ahora mismo ¿Qué hay de los huesos, las articulaciones y los músculos que estás empleando para sujetar esta revista, volver las páginas, mover los ojos a medida que recorre este párrafo? No olvidemos el sistema nervioso. El cerebro, la médula y los nervios están recibiendo información de los ojos, evaluando y empleándola para coordinar los movimientos musculares. Los garabatos que llamamos letras están siendo interpretados cerca de la parte superior del cerebro para formar idas complejas. En resumen, estás pensando sobre lo que lees. Pero hay más, ¿cómo obtienes la energía necesaria para hacer funcionar los ojos, los músculos, los nervios o el cerebro?
 Las reacciones químicas, energéticas, en el interior de cada célula de esos órganos precisa oxígeno y nutrientes capturados por los pulmones y el aparato digestivo y transportados por el corazón y los vasos. Estas reacciones químicas producen desechos que son tratados por el hígado, los riñones y otros órganos. Todas estas funciones han de estar coordinadas; función que realiza la regulación de lo sistemas orgánicos, las hormonas, los nervios y otros mecanismos. Cada persona es una unidad bien organizada.
Todas las partes del cuerpo se encuentran integras. A nivel anatómico puede observarse la unidad del cuerpo, sus sistemas están unidos por medio de la fascia. Es continua de principio a fin en el organismo, de modo que une un sistema con otro y una célula con otra y, al sostener estas estructuras, permite trabajar en armonía.
Este fenómeno también se aprecia a escala funcional. Todas las partes del organismo poseen su propia función específica que deben realizar (p. e., regulación de la temperatura, o equilibrio del pH); así mismo, cada uno de estos elementos independientes actúa como parte de un “equipo” para mantener el funcionamiento global el individuo. Todos ellos se encentran regulados por el sistema nervioso (SN); de tal manera que el sistema nervioso central (SNC) controla el sistema osteomuscular, en tanto que el sistema nervioso autónomo (SNA) supervisa la función visceral, el sistema endocrino supervisa el equilibrio hormonal y el sistema inmunitario defiende el organismo. Una vez descritas como entidades independientes, ahora se sabe que actúan de forma conjunta en una armonía compleja, lo que se conoce como el sistema neuro-endocrino-inmunitario.
En esta idea de unidad también destacan la compensación y la adaptación. El cambio en un sistema se acompañará de adaptación en otro, tratando siempre de mantener un sistema integrado y funcional (homeostática). Más allá del nivel anatómico, el concepto de unidad puede incorporar los elementos de la mente, el cuerpo y el ánimo; esto extiende la perspectiva de evaluación del organismo aislado y lo sitúa en el ambiente, lo que amplía el concepto global a un entorno realmente holístico. Por tanto, una variación en cualquiera de los sistemas orgánicos provocado por un agente, interno o externo, ejercerá un efecto sobre otras áreas, se localicen estas en el cuerpo, la mente o el ánimo, de modo que la alteración de una afectará a todas las demás.

Bibliografía: Anatomía y Fisiología.  Thibodeau, Patton. Osteopatía, Modelos de diagnóstico y tratamiento.  Parsons, Marcer.

José Luis Santacruz.
Osteópata, naturópata.
Cofenat 1529.

domingo, 14 de octubre de 2018

Los Antioxidantes en la alimentación diaria


¿Qué son los antioxidantes?

En el sentido más amplio de la palabra un antioxidante es una molécula capaz de prevenir y retardar la oxidación (proceso de oxidación/descomposición) de las moléculas producidas por los radicales libres y otras sustancias oxidativas.
Existen diferentes tipos de antioxidantes que, actuando conjuntamente, son la clave de la salud y la longevidad. Sustancias como vitaminas y minerales, hormonas, plantas, enzimas…forman parte de este grupo de nutrientes.
La primera línea de defensa contra los radicales libres son un conjunto de enzimas producidas por el organismo: superóxido dismutasa, catalasa y glutatión peroxidas. Aminoácidos como la cisteína y la tirosina. Metionina, bioflavonoindes y polifenoides…carotenoides, minerales, oligoelemntos.
Otras sutancias antioxidantes: Las vitaminas A, C y E son excelentes, proantocianidinas de la semilla de la uva. Hierbas como el ginko biloba y el té verde, bulbos como el ajo, quercetina de la calabaza, licopeno en el tomate.

Impacto de los radicales libres

Con la actividad cotidiana nuestro cuerpo quema oxígeno, se produce energía y otros productos residuales llamados Compuesto de Oxígeno Reactivo que tiene un electrón libre alrededor del átomo y trata de robar otro electrón para formar un enlace. El radical libre obtiene ese otro electrón de las sustancias que forman nuestro organismo causándole deterioro. Cuando estos diminutos daños se multiplican por millones de radicales libres que crea el organismo cada segundo, provoca que el cuerpo se descomponga y oxide. Y es aquí donde actúan los antioxidantes, eliminar los radicales libres antes de que causen daños, y si se han producido, corrigen el problema.
La oxidación de la fruta es un buen ejemplo para ilustrar como es el proceso oxidativo. Los radicales libres se comen las paredes de la célula y liberan fluidos celulares para atacar otras células y así se forma la capa marrón en la superficie de la fruta.
En el ser humano pueden producir enfermedades degenerativas, artritis, cataratas, diabetes; atacar el cerebro, el SNC, esclerosis múltiple, Alzheimer; trastornos cardiovasculares; cáncer.

Factores que aumentan la producción de radicales libres

  • ·           El estrés físico o emocional,
  • ·           el ozono en la atmósfera,
  • ·           el humo de los coches y de los cigarrillos,
  • ·           las inflamaciones. El sistema inmunológico al eliminar los gérmenes           genera  radicales libres,
  • ·           el ejercicio,
  • ·           la luz solar,
  • ·           el agua impura,
  • ·           los alimentos procesados,
  • ·           los metales tóxicos,
  • ·           las radiaciones,
  • ·           los productos químicos industriales,
  • ·           los medicamentos.

  ¿Cómo protegen los antioxidantes?

  • ·           Impidiendo que los oxidantes se formen. Evitanque metales como el cobre, el cadmio, el mercurio y el plomo, inicien procesos de oxidación.
  • ·           Los mecanismos antioxidativos interceptan los compuestos de oxígeno reactivo que se hayan formado y frenan la cadena de reacciones que darían lugar a la formación de oxidantes.
  • ·           Detienen lesiones causadas por los oxidantes que hayan escapado.
  • ·           Los antioxidantes eliminan y reemplazan las moléculas dañadas de forma irreversible; limpian y eliminan todas las sustancias indeseables que se hayan generado durante el proceso.

¿Dónde encontrar antioxidantes?

En general, los encontraremos en los alimentos frescos y naturales sin procesar:
  • ·         coliflor,
  • ·          nabo,
  • ·          cebolla,
  • ·          brócoli,
  • ·          tomate,
  • ·         berenjena,
  • ·          pimiento,
  • ·         zanahoria,
  •       cítricos,
  •       aceite de oliva. 
  •       pescado,
  • ·          todas las frutas (especialmente las de color naranja, rojo y amarillo),
  • ·         soja,
  • ·         cereales
  • ·         y todos los frutos secos.
  • ·         En general, la dieta variada y de mucho color es la recomendación.

 

Incorporarlos a la dieta

Desayuno: ingerir una pieza de fruta, frutos secos, cereales, germen de trigo, almendras…
Media mañana y media tarde: Frutos secos, fruta, barritas de sésamo.
Comida: entre otros alimentos; tomar de primer plato una ensalada que contenga escarola, endivia, brócoli cocido al dente, rabanitos, nueces, ajo, aceite de oliva y el zumo de medio limón; nos asegura una buena cantidad de antioxidantes.
Los zumos de espinaca, perejil, pepino, apino, naranja, arándanos...son una buena fuente de antioxidantes.
En conclusión, nuestro cuerpo necesita de nutrientes para realizar sus funciones. En el proceso metabólico se generan desechos que deben ser eliminados. La alimentación variada, completa y natural contiene las sustancias necesarias para nutrir el organismo y eliminar los desechos producidos.

Bibliografía

  • ·         Los Superantioxidantes. Dr. James F. Balch.
  • ·         Que tus alimentos sean tu medicina. Felipe Hernández Ramos.